“The Boys Are Back In Town”, la nostalgia de Thin Lizzy
Para mi esta canción es eso, nostalgia. Aquellos días de verano que ya no volverán. Cuando salías de tu ciudad, la de todos los días, para ir a tu lugar de veraneo. Esa sensación maravillosa de ir llegando a ese lugar en el que sabías que todo iba a ser diversión. Las primeras experiencias amorosas, juegos peligrosos, creerte que eras el rey del mambo. Las miradas de la gente que te reconocía y sonreía, la bienvenida calurosa de los amigos, en definitiva el regreso al lugar en el que el tiempo se detenía y todo era posible.
El tema de Thin Lizzy data de 1976, se incluyó en su álbum “Jailbreak”. Curiosamente la banda quedó muy sorprendida del éxito que tuvo. Era un corte al sometieron a muchas demos, ya que no quedaba como ellos querían y ni de lejos pensaban que estaría entre lo más destacado de ese álbum.
Evidentemente que el alma de Thin Lizzy era Phil Lynott, su bajo era la furia hecha rock y su voz la guía de todos los temas, pero en esta canción brillan de manera especial las guitarras de Scott Gorham y Brian Robertson, los dos fueron capaces de crear una melodía cruzada de guitarras que pasó a la historia del rock. El tema se sustenta sobre la base guitarrística y lo hace inconfundible con escuchar un par de notas.
Girando por EEUU en 1976 el manager de la banda les dijo con énfasis que tenían un hit. Todos se quedaron mudos al saber que era “The Boys Are Back In Town”, un corte que fue radiado de manera demoledora por los dj’sde la época en las estaciones de radio de todo el país. El éxito pues del álbum estaba asegurado.
Como curiosidad reseñar que es una canción que se suele poner en todos los partidos de rugby en Irlanda, la afición enloquece y ya sabe que queda poco para el comienzo del partido. En definitiva se ha convertido en un símbolo patrio en la isla del océano Atlántico.
Tema que está en todas listas como de los mejores de la historia. Rolling Stone la tiene en el puesto 499 de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Otras revistas como NME también la señalan como legendaria.
En 2012 se utilizó sin permiso en la Convención Nacional Republicana por el político Paul Ryan, la madre de Lynott, Philomena Lynnot y el guitarrista Scott Gorham lo criticaron duramente.
Una canción grande y maravillosa. Un legado eterno para el mundo del rock, de la mano de una de las bandas más grandes de todos los tiempos: Thin Lizzy.