[Critica] John Lydon – “La ira es energía: Memorias sin censura”
Sin duda alguna estamos ante uno de los libros del año, en lo que se refiere a autobiografías de artistas de rock. Digo esto, porque disfrutar de un tocho como este, bajo la batuta de la descomunal verborrea del líder y vocalista de los Sex Pistols, no es moco de pavo.
En esta obra John Lydon, más conocido como Johnny Rotten, hace un juicio sumario de toda su vida. Desde su más tierna infancia marcada por la meningitis, (que estuvo a punto de llevarlo al otro barrio, marcando un antes y un después en su vida), pasando por su etapa de “hooligan” acérrimo del Arsenal, hasta llegar a la explosión punk mundial con Sex Pistols como bandera, todo en este libro es una orgía de exabruptos, lindezas y verdades como puños que suelta Rotten a diestro y siniestro.
Está claro que el molde con Lydon lo rompieron cuando nació, de gran temperamento y sin medias tintas, se nos muestra como un personaje que no busca parecer simpático, ni cercano, su interés estriba en mostrarse tal y como es; lo tomas o lo dejas.
En este viaje hacia su Ítaca personal en el que nos sumerge, Lydon arremete contra casi todo el mundo, poniendo sobre todo, su punto de mira en la pareja compuesta por Malcolm McLaren y su esposa Vivienne Westwood, personajes, aunque no lo quiera Rotten, esenciales en su vida y en la creación de los Sex Pistols. Rotten busca desesperadamente en esta obra desacreditarlos y hacer ver que no fueron ni mucho menos el alma máter de la banda.
Tampoco se olvida de bandas como The Clash, a los que no les tiene mucha simpatía, Buzzcocks o The Damned saliendo en este caso estas bandas mejor paradas en su relación y amistad con ellas.
Resulta muy entrañable como protege la figura de Sid Vicious, al que lo considera un amigo y al que le sigue echando de menos, culpando eso sí a su compañera Nancy del trágico desenlace al que se vio abocado el alocado bajista de los Pistols.
Lydon, Rotten, se nos muestra como un ser vitalista, contento de ser quien es y de donde ha llegado. Centra el motor de su existencia en la “ira” a la que considera parte esencial de su vida, y que sin la cual no podría haber hecho nada . Para Rotten la “ira”, como indica el título del libro, es energía, que bien canalizada te ayuda a salir de los entuertos más difíciles que te puedas encontrar en esta puta vida.
No nos podemos imaginar el punk y todo lo que rodeo a este movimiento sin un tipo tan auténtico, y veraz como John Lydon; la ira no se si será energía, pero demuestra que tiene en este libro mucha y se nota de verás.