“Mandy”: sectas, King Crimson y Nicholas Cage
Digerir una película como “Mandy”, no es fácil. El film dirigido por Panos Cosmatos es un homenaje bizarro al cine de serie B ochentero, bañado por una intro espectacular a cargo del tema “Starless” de King Crimson, y aderezado con una banda sonora brutal de Jóhann Jóhannsson.
La estética del film es muy “heavyata” por así decirlo, desde las camisetas que luce la protagonista, la actriz Andrea Riseborough que encarna a Mandy, pasando por la estética motera y outsider de la cinta, hasta llegar a la fotografía que podría haberse sacado perfectamente de cualquier álbum de Black Sabbath.
El film juega a la quietud tensional de un modo muy agobiante. Todo parece en calma, hasta que ves como poco poco todo desemboca en un aquelarre gore de muy señor mío.
“Mandy”, es un homenaje a todo el cine que fagocitamos en los años 80. Desde ese toque redneck, con casa aislada en el campo, secta hippie a lo Charles Manson, moteros llegados desde el infierno, como buenos Zenobitas etc… todo, huele a aroma vintage y pasado.
El personaje de Nicholas Cage, Red, pasa de ser un hombre casi en Babia, a convertirse en un guerrero sediento de venganza. La película gira en torno al deseo de vengar la muerte de su amada, algo ya visto en Mad Maxy películas de ese tipo que reinaron en la década antes comentada.
El film intercala imágenes pavorosas en dibujos animados, con letreros a lo Pulp Fiction, creando una atmósfera comiquera muy atrayente.
El envoltorio del film es muy bueno, otra cosa es el fondo del asunto. Es una película que has visto mil veces, con desenlace que te sabes de memoria, y poco más.
Si ves a “Mandy” con ojos de seguidor del género de terror lo pasarás bien, si no, estas perdiendo un par de horas de tu vida.