“Arise”, la obra magna de Sepultura
El cuarto álbum de Sepultura, fue la obra que los encumbró. Tras poner patas arriba a toda la escena thrash mundial con su “Beneath The Remains”, con “Arise” disputan el cetro del thrash mundial a bandas tan grandes como Metallica, Slayer o Megadeth. Desde Brasil, 4 locos metaleros miran a los ojos, musicalmente hablando, a los todopoderosos norteamericanos y abren al mundo otra ventana. Por primera vez, el metal sudamericano llega cotas nunca antes vistas.
Los hermanos Cavalera, junto a Andreas Kisser y Paulo Jr. siguen haciendo hincapié en el death/thrash que les había hecho conocido, pero abren este trabajo a nuevos estilos, y formas de sentir el metal. En este disco introducen de manera más presencial, elementos industriales, hardcore y algunos ramalazos de percusión brasileña, que como todos sabéis serían posteriormente pieza clave en su discografía.
El sonido algo más pulido que su álbum anterior, se potencia y Scott Burns, que repetiría como productor, desde sus Morrisound Studios en Tampa, Florida, le dota a todo este puñado de temas, la calidad y estilo propios del metal extremo que se cocía por el sur de EEUU. Sepultura esta vez, se desplazó in situ hacia allí, para completar su obra magna. De hecho la presencia de la banda, junto al productor hizo que pudieran experimentar más con el sonido. El propio Igor Cavalera metió elementos nuevos en su batería, que se plasmarían en los temas del álbum.
Los brasileños deciden en “Arise” bajar revoluciones, elevar el groove, e introducir como hemos comentado antes nuevos elementos. “Altered State” sería la primera canción del grupo, en el que se introduce percusión latina. “Substraction”” y “Desperate Cry” muestran claramente cómo dejan entrar sus influencias derivadas del hardcore punk. Todo un cóctel molotov que les llevó a lo más alto.
Cortes como “Arise”, “Dead Embryonic Cells”, “Murder”, o “Under Siege (Under Irae), marcarían un antes y un después en la banda carioca. Nada ya sería como antes, con este conjunto de canciones entraban de lleno en la primera división mundial del metal. Eran los nuevos reyes. 1991 sería su año.
La gira que acompañó la presentación de este álbum fue brutal. De ella cabe recordar, el directo grabado en la antigua sala Zeleste de Barcelona, ahora Razzmatazz, en donde Sepultura se presentó como la nueva joya de la corona del metal mundial. Ese concierto se plasmó en la cinta de VHS “Under Siege (Live in Barcelona)”.
Después vendría “Chaos A.D.”, obra con la que ratificarían su reinado en el metal mundial, para llegar posteriormente “Roots”, el principio del fin de la banda tal y como la conocimos en su mejor momento.
Sepultura demostró que se podía desafiar al metal anglosajón desde otros países. Empoderó a otras bandas de otros lugares del planeta, haciéndoles creer en sus posibilidades y abriéndoles las puertas hacia el mundo en general. Una gesta épica la de Sepultura que pasará a la historia.