“Brave New World” (Iron Maiden), el regreso del hijo pródigo
Madre mía cómo disfrute de este álbum. Iron Maiden siempre había sido una de mis bandas de cabecera, y tras la marcha de Bruce Dickinson, un vacío musical se apoderó de mí; bueno es un poco exagerado, vamos, que fue una putada su marcha para muchos fans de la banda, y los años que estuvo fuera fue vivido por muchos, entre los que me incluyo, como un verdadero suplicio.
La época de Blaze Bayley no es que fuera un horror sin más, pero lo que es cierto que no podía acercarse ni por asomo a la grandeza conseguida con Dickinson. Unos discos regulares, algunos infumables como “Virtual XI”, y los problemas en la voz del propio Bayley, fueron la tormenta perfecta para que Steve Harris moviera ficha y se lanzara a recuperar al hijo pródigo, olvidando rencillas, egos y demás disputas acontecidas en el seno de la banda.
Para colmo de la situación, la carrera en solitario de Dickinson, había ido de fábula, creando discos que incluso habían superado en calidad, a lo creado por Maiden en esa época. Por ello nada hacía presagiar un regreso a la formación que le dio la fama.
La noticia de la vuelta de Bruce Dickinson a Iron Maiden, fue recibido por el colectivo heavy y en especial por los fans de “La Doncella de Hierro”, como si se hubiera anunciado el advenimiento de Jesucristo en la tierra. Además para redondear la buena nueva, Dickinsonregresaba con Adrian Smith, que ha estado tocando con él en sus discos en solitario.
Iron Maiden se convirtió en un titán de 3 guitarras, y para celebrarlo lanzaron un 29 de mayo de 2019, “Brave New World”, uno de los mejores álbumes de su carrera.
Escuchar abrir un álbum con un tema como “The WickerMan” te hace congraciarte al minuto 1 con la banda, y sentir que no te habías equivocado al elegirlos como una de tus bandas preferidas de todos los tiempos.
“Ghost The Navigator” nos traía a unos Maiden inspiradísimos en sus composiciones, con un tema brutal, en el que la voz de Dickinson vuelve a brillar sobremanera.
La dupla formada por “Brave New World” y “BloodBrothers” son himnos automáticos para unos fans que no podían creerse que Dickinson había regresado por todo lo alto. Unos cortes con unos estribillos coreables hasta decir basta, que fueron acogidos por los seguidores de Maiden como un nuevo mantra en los conciertos posteriores de la banda.
“The Mercenary” nos regresa al pasado, y nos mostraba a la banda mirando hacía el pasado, y sonando tal y como ellos lo saben hacer. Un tema que te queda a la primera, agresivo, y fiero que servía para proclamar a los cuatro vientos, que habían vuelto para arrasar.
Uno de los mejores cortes del álbum “Dream Of Mirrors”, formaba un conglomerado melódico de primer orden. Partes dinámicas, guitarras ochenteras y medios tiempos hacían de él uno de los cortes más completos del álbum.
“The Fallen Angel” un corte dinámico y muy rockero daba paso para mi gusto, a uno de los mejores temas del álbum: “The Nomad”. Un tema épico cien por cien, en el que Dickinson canta como un emperador que regresa para reconquistar el mundo.
El punto álgido del álbum llega con “Out Of The SilentPlanet”, un tema perfecto en el que la banda brilla a gran altura, haciéndonos sentir de que estábamos presenciando algo importante, el regreso de un coloso que había resurgido cual Ave Fénix.
Cerrar con “The Thin Line Between Love & Hate” es el broche de oro perfecto para un disco de dimensiones colosales, que ponía a Iron Maiden de nuevo en el centro del universo rockero mundial.
Todo cuadró a la perfección, incluía esa portada con referencia clara de la novela de Aldous Huxley: Un Mundo Feliz. La referencia a ese mundo futuro distópicodel que no nos gustaría formar parte, y que por desgracia parece que nos dirigimos sin remisión.
La vuelta de Dickinson fue algo maravilloso, fue como ver a ese hijo incomprendido que deja su casa para hacerse más maduro y responsable, y vuelve para aportar todo lo aprendido con su familia; no nos vuelvas a dejar Bruce!!!
Quería volver a rememorar esa sensación que bien plasmado esta en este escrito, gracias!