Estrellas fulgurantes, juguetes rotos (In Memoriam: Chester Bennington)

La verdad es que no sé qué escribir sobre la muerte de Chester Bennington, el mal sabor de boca todavía puede conmigo y me resulta difícil juntar unas pocas letras; pero me siento obligado. Obligado por la necesidad de despedir a un artista que ha formado, y formará parte de la banda sonora de mi vida, un músico que junto a su banda me ha ayudado a amenizar, sobrellevar y endulzar algunos momentos de mi existencia.

No soy un gran fan de Linkin Park, la deriva que tomó musicalmente el grupo, me alejó de su obra, pero hay dos discos de esta banda que ocupan un lugar destacado en mi discoteca, me refiero a “Hybrid Theory” y “Meteora”. A mi entender sin estas dos obras no se puede entender bien el devenir del metal en los últimos 15 años.

Antes de entrar en pormenores musicales, me quiero detener en la figura del desaparecido Chester Bennington, que se quitó la vida el pasado 20 de julio. Curiosa fecha la que eligió Chester, era el cumpleaños de Chris Cornell, su gran amigo. No parece una casualidad que eligiera este día para suicidarse, quería mucho a Cornell, y con su muerte el pasado 18 de mayo quedó muy tocado. En su funeral interpretó “Hallelujah” del también desaparecido Leonard Cohen, y escribió una muy emotiva carta de despedida, dando gracias a Cornell por ser parte de su vida.

Fama, dinero, candilejas, família con hijos etc… En principio todo parece perfecto para tener una vida plena, y disfrutar de ella, pero no es así. Muchas de las estrellas de rock a las que veneramos tienen un pasado como cualquier persona, infancias difíciles, entornos cercanos hostiles, etc… Todo esto mezclado con los excesos del rock no hacen un buen cocktail. Son muchas veces estrellas llenas de fuerza, de fulgor, pero que en su interior esconden un pequeño juguete roto que les hacen ser muy vulnerables.


Nadie estamos libres de caer en depresiones, enfermedades mentales etc… En cualquier momento podemos cruzar es línea roja, que haga que todo lo veamos negro; nuestra misión es intentar al menos tener una luz que nos guíe en los malos momentos.

No quiero dejar estar artículo sin comentar lo que me une a Chester Bennington, como a Chris Cornell: la música. A Linkin Park hay que reconocerle ser un abanderado, una banda que abrió nuevos caminos con el “nu-metal”, e hizo que el metal fuera más conocido aún si cabe. Mi homenaje a Chester Bennington es el homenaje a su obra definitiva, el disco que los llevó a lo más alto: “Hybrid Theory”.

Viajemos en el tiempo y echemos un vistazo a lo que se cocía, musicalmente hablando en el 2000. No podemos decir que el “nuevo metal” naciera en esta fecha, debemos irnos una década atrás para ver a bandas como Pantera o Machine Head abrían una brecha en el mundo del metal, empezando a acuñar una manera de ver el metal, que pronto sería copiada por muchos. De esa semilla surgieron una avalancha de bandas, que bajo el apelativo de “numetal”, comenzando a inundar las listas de éxitos y ser los abanderados del metal del siglo XXI. Me refiero claro está a Korn, Limp Bizkit, Slipknot y claro está a Linkin Park.

Linkin Park protagonizarían una de las llegadas a la escena musical más fulgurantes que se recuerdan; llegada fulgurante que como un cometa que entra en colisión con la atmósfera se va desgastando hasta llegar a volatilizarse, cosa más o menos que le ocurrió a esta banda.

El 24 de octubre de 2000 Warner Music, lanza mundialmente “Hybryd Theory”, llegando a vender tan sólo en U.S.A. diez millones de ejemplares y llegando a ser nº 2 de la lista norteamericana Billboard.

Amparados en todo momento por la cadena de televisión MTV y con el lanzamiento de cuatro singles: “One Step Closer”, “Crawling”, “Papercut” y “In The End”, el éxito no se hizo esperar y lanzó al grupo al estrellato absoluto con tan sólo un álbum bajo el brazo. La combinación de rock “pesado” por así llamarlo, con elementos electrónicos y alguna base rap les catapultó hacia puestos inimaginables para la banda en todas las listas mundiales.

La gallina de los huevos de oro estaba ya preparada para estrujar el éxito y así fue. Al año siguiente de su publicación ya se editó un DVD en vivo llamado “Frat Party at the Pankake Festival”. Un directo con un sólo disco en el mercado no es nada común, con esto nos podemos hacer una idea hasta donde llegó la banda en tan poco tiempo. En 2002 se publicaría una edición especial del disco para Asia. Este álbum contaba con el álbum original, más un segundo en el que se incluían versiones en directo de algunos temas grabados en el Docklands Arena para la BCC Radio 1. Además se incluyeron dos nuevos temas de estudio “My December” y “High Voltage”.

La historia se intentó repetir de nuevo con el lanzamiento de “Meteora”, su segundo larga duración, en 2003. Aunque siguieron teniendo éxito, ya su música no sonaba tan fresca como en el debut y comenzó el declive venidero de la banda en los álbumes que posteriormente lanzarían, convertiéndose en una formación en busca de su lugar en el rock, y cada vez más perdida por encontrar una identidad en su música y actitud ante la industria musical.

Creo sinceramente que Linkin Park fueron demasiado deprisa y se vieron superados por las circunstancias; el éxito te encumbra pero a veces, como es este caso, te abrasa.

Aún así se ha de reconocer que “Hybryd Theory” debe ser considerado como la biblia del “numetal” del siglo XXI, otra cosa es que nos guste más o menos lo que representa musicalmente.

D.E.P. CHESTER BENNINGTON

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