“Pequeño”: La apuesta al todo o nada de Enrique Bunbury
Dejar una carrera musical cuando se encuentra en lo más alto, para empezar de cero y explorar nuevos caminos, hay muy pocos artistas que lo hagan; y menos aún que alcancen el éxito.
Por desgracia lo conservador es lo que impera en nuestro mundo, y la música no escapa a ello. Los artistas en general cuando consiguen un sello lo explotan, y lo desarrollan hasta agotar la última gota sin arriesgar en lo más mínimo; vaya a ser que los fans y los críticos sentencien que su música ya no es lo que era antes. Convertirse en un apóstata de tu propia música es algo que poca gente perdona. Los cerrados de mente también están como fans en el mundo del arte, y condenar al ostracismo al autor de marras es lo que más les divierte.
Cambiar en sí está bien, explorar nuevos campos, abrirse a nuevas músicas, todo ello tiene un gran componente positivo; ahora bien si lo que se hace no tiene calidad, por el mero hecho de cambiar uno no está libre de que su carrera perezca en un baldío intento de salirse de la norma. Norma impuesta por el propio músico en la carrera musical con la que se dio a conocer. Con Enrique Bunbury se dieron las dos condiciones para realizar la formula magistral: cambiar para bien.
No fue un camino de rosas para el músico aragonés el virar su concepción musical hacia otros campos, otros mundos; romper con lo creado por Héroes del Silencio, fue un hecho traumático para la escena musical española. Una de las bandas más grandes del rock patrio dejaba de existir cuando estaba en lo más alto de su arte compositivo, llenando estadios sin el menor esfuerzo.
Enrique Bunbury tomó una decisión valiente que pudo dar al traste con su carrera. Para empezar los talibanes de su grupo madre, se levantaron iracundos profiriéndole toda clase de bonitos adjetivos por la marcha del hijo pródigo. En su nueva aventura tenía que ganar nuevos adeptos, y reconvertir a los seguidores de Héroes para ser aceptado con su nueva piel.
La ruptura fue abrupta musicalmente hablando con su primera experiencia en solitario “Radical Sonora”. Con este disco buscó poner tierra de por medio con la etapa de los Héroes, y de hecho lo consiguió, aunque el mensaje del álbum no fue muy bien comprendido ni por fans ni por crítica. Bunbury se encontraba en una encrucijada con su siguiente disco: era una apuesta al todo o nada. Así lo corroboró hace poco en una entrevista a la televisión mexicana: “Señores (en referencia a la discográfica) estas son las canciones que quiero en el nuevo álbum pase lo que pase”.
Así nació “Pequeño” un álbum que como su nombre indica, tenía una visión minimalista de la música, de pocas pretensiones grandilocuentes, pero que como el “Caballo de Troya” escondía la respuesta definitiva, el paso exacto para que todo el mundo tomara en serio la carrera en solitario de Enrique Bunbury.
La sorpresa fue mayúscula, nada de rock poderoso, intenso etc… sólo un puñado de temas de corte intimista, que a su vez bebían de géneros muy alejados del mundo del rock, abrazando la música mediterránea, influencias árabes y sobre todo la nueva senda a la que se lanzó Bunbury: el mundo latinoamericano.
El single de presentación del disco fue “El Extranjero”, toda una declaración de intenciones. El artista utilizando toques de copla y folklore eslavo realiza una apología de la libertad, de la ruptura de cadenas y de sentirse bien donde uno mismo pueda realizarse como persona. “Infinito” nos regaló una preciosa canción mezcla de tango y rock que llega fácilmente a tu fibra más sensible. “El Viento A Favor” se erige en una profunda balada, donde el arista desbordó todo su genio interpretativo. “De Mayor” acoge aires cabareteros y circenses que nos avisaban de lo que venía posteriormente con su siguiente disco en directo “Pequeño Cabaret Ambulante”.
He querido comentar los 4 singles que tuvo la obra como muestra representativa del álbum, esto no es una reseña del disco, es un artículo sobre la importancia de este disco en la carrera de Bunbury; aún así no quiero dejar de nombrar aunque someramente otros grandes temas que contenía el álbum como: “Sólo Si Me Perdonas”, “Demasiado Tarde” o “Contradictorio”.
Enrique Bunbury apostó y ganó. No todos lo pueden hacer, sólo los elegidos, los que tienen talento y buena estrella; él tiene ambas cosas.
¡¡¡Un artículo muy acertado!!!, que define perfectamente lo que él ha hecho en su carrera.
Toda mi vida he escuchado su música y es muy cierto que haber dejado “Héroes del Silencio” para cambiar de registro musical fue una decisión superarriesgada que a éstas alturas de su carrera ha dejado más que claro que no se equivocó; sin duda alguna arriesgó y ganó, su discografía lo corrobora.
Un maestro de la música con letras mayúsculas. Muy buena noticia.
Enhorabuena por el artículo.
Un saludo.
Gracias!