“Aenima”, la obra maestra de Tool
Complejo, misterioso, angustioso… obra maestra. Así podríamos definir “Aenima”, la que es para muchos la obra culmen de los norteamericanos Tool.
La banda capitaneada por Maynard Keenan, venía de presentarnos en sociedad “Undertow”, una obra que nos anticipaba en algunos rasgos lo que estaba a punto de estallar.
En la década de los 90 nadie estaba preparado, para recibir un álbum tan ingente como “Aenima”. Una oda al metal progresivo, de difícil digestión pero que te embarca en un viaje infinito hacia los sentidos.
Una obra ecléctica, donde la dualidad del ser humano es la base de éste puñado de canciones. Lo más cotidiano, mezclado con lo más mundano, el “alma” con el “enema”, de ahí “Aenima”.
Los angelinos envolvieron toda la obra de un aura impenetrable de misterio. Desde su portada, pasando por las letras declamadas a la perfección por Maynard, todo es propio de un universo del que David Lynch hubiera fuera formado parte.
Debemos reparar sin duda en la gran aportación de Maynard Keenan a este álbum. Con su voz prodigiosa, que mezcla por igual potencia y cadencia, se erige como guía perfecto por los intrincados surcos sonoros de una obra sin parangón.
Producción clara y cristalina, todo mezclado con un mundo de riffs sincopados, que te van sumergiendo en un letargo casi asfixiante, para luego sacarte de un golpe a la superficie para que puedas respirar; pura belleza sonora.
“Stinkfist” abre la orgía, la sinfonía de sonidos maravillosos que te transportan, subido en un riff continuo, y la cadencia susurrante de la voz de Keenan.
Qué decir de la esplendorosa “Eulogy”. Una canción con la mirada puesta en la religión, y en los estragos que produce en el ser humano. La guitarra de Adam Jones suena como los ángeles, en un mar de distorsión eterno.
Siempre me ha sorprendido la labor a la batería del gran Danny Carey. Una maestra absoluta a las baquetas, que dota a la música de Tool de la fuerza necesaria para que su mensaje sea creíble. Véase temas en este álbum como: “H”, o “Forty Six & 2”.
Piezas únicas, vanguardistas que te llevan a otra dimensión como “Message To Harry Manback”, “Hooker With A Penis” o “Jimmy”, forman el núcleo central del álbum que te prepara para el desembarco final.
Escuchar por primera vez un tema como “Pushit”, es toda una experiencia religiosa. Una obra magna que te lleva a viajar a pasajes oscuros, ambientes densos y música enrevesada, sólo creada para oídos sibaritas.
Terminamos este maravilloso recuerdo, con la grandísima “Third Eye”. Un tercer ojo compendio final de todo lo creado por Tool en el álbum. Una orgía, fiesta etc… de sensaciones sin límite en forma de metal progresivo; otra obra maestra.
“Aenima”, es la piedra filosofal de Tool. Tras este trabajo la leyenda de estos cuatro forajidos no hizo nada más que crecer, más y más. Un conjunto de temas que deberían estudiarse en las universidades como ejemplo de cómo se puede crear un álbum absolutamente perfecto.
Dicen que hay otros mundos, pero muchos están dentro de “Aenima”.