“Fear Inoculum” (Tool), o cómo mantener la llama viva 13 años después

Hay que tener unas pelotas muy grandes para soltar un disco 13 años después del anterior. Y no sólo eso, hay que ser un puto crack, para mantener el interés de la parroquia todo ese tiempo, y en el año último tener al mundo del metal en vilo, a cada movimiento de Maynard y compañía. Para bien o para mal eso sólo lo pueden hacer Tool.

¿Ha merecido la pena esperar más de una década un nuevo álbum de Tool? Sí y no. Por un lado tener una nueva obra de los norteamericanos es un acontecimiento en el mundo del metal, y en especial en el género del progresivo. Tool se han convertido con el tiempo en más que una banda, son una forma de entender un género y de vivirlo; diríamos que han creado una especie de culto tipo secta dentro del metal.

Por otro lado esperar tanto tiempo nuevas canciones de un grupo, siempre te hace pensar que lo que llegará será algo superlativo, sobresaliente en grado sumo, algo que simplemente te cambiará la vida; creemos que éste no ha sido el caso. Estamos ante un gran álbum, todavía complicado decir si es el mejor de la banda en toda su carrera, pero 13 años para esto creemos que es demasiado. No queremos decir que no nos haya gustado, todo lo contrario, es un álbum muy grande, pero siguen siendo ellos, no han cambiado y sus cartas son las mismas; lo tomas o lo dejas.

Todo lo dicho anteriormente siempre hay que tenerlo en cuarentena. Hacer la crítica de un álbum de Tool no es fácil, esto no es punk señores. El tiempo me dará la razón, o me la quitará; está ha sido mi primera impresión.

Si podemos observar que este álbum es de lo más progresivo y experimental que han hecho en su carrera. Pasajes eternos, melódicos, llenos de misterio, y con una interpretación instrumental asombrosa. Este álbum es de instrumentistas, la voz de Maynard queda en un segundo plano, como un apéndice de lo creado por Danny Carey, Justin Chancellor y Adam Jones.

Hay temas maravillosos como “Fear Inoculum”, “Invincible” o “Descending” donde los riffs de guitarra pertenecen a una galaxia lejana, sólo en manos de los componentes de esta banda.

La experimentación se abre paso en cortes como “Culling Voices”, o la loca y extraña “Chocolate Chip Trip”, donde la percusión reina en un tema algo fuera de tono del contexto general del álbum.

Para el final he dejado los dos mejores cortes del álbum. Por un lado “Pneuma” con un pasaje central al alcance sólo de genios musicales. Un mundo onírico llevado a la enésima potencia. Y por otro “7empest”, un cuarto de hora glorioso, que pone el cierre al álbum recordándonos que son una banda fuera de serie, este corte vale ya de por si todo lo hecho en el álbum.

Estamos ante un nuevo capitulo de la historia de Tool. Un álbum que a buen seguro, con el paso del tiempo, iremos descubriendo más cosas, y seguro que buenas. Una obra magnífica, que creemos sinceramente que no debería haber esperado 13 años en ver la luz; pero ya se sabe donde manda capitán no manda marinero.

Sello: Sony Music

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *