“Peace Sells… But Who’s Buying?”, la primera obra maestra de Megadeth

Tras la abrupta salida de Metallica por parte de Dave Mustaine, llegaba la hora de recomponerse, lamerse algo las heridas y comenzar camino. La creación de Megadeth por parte del pelirrojo músico le sirvió como redención y búsqueda de si mismo. Tras un dubitativo comienzo con el álbum “Killing Is My Business… And Business Is Good!” en el que todavía la banda se encontraba en busca de su sonido, llega en 1986 su segundo álbum y primer obra maestra de Megadeth; nos estamos refiriendo al gran “Peace Sells… But Who’s Buying?”. Una obra que establece un antes y un después en la carrera de Mustaine. Aquí comienza a sentirse músico de verdad, y empieza a cimentar su mayor anhelo en esos días: desbancar a Metallica del cetro del thrash mundial.

Este trabajo denota una producción muy superior a su ópera prima, todo suena mucho mejor elaborado, y Mustaine se erige como líder absoluto de una banda que estaba llamada a escribir letras de oro en el thrash. No debemos pasar por alto la influencia de otros músicos en la composición del disco, como el guitarrista Chris Poland que aportó sus influencias blues al mismo o la aportación del baterista ya fallecido Gar Samuelson a lo largo de toda la obra.
El origen del álbum se encuentra en la lectura por parte de Mustaine de un artículo de carácter político que le hizo reflexionar sobre los tiempos en los que estaba viviendo, creando el concepto y desarrollo de la canción “Peace Sells”, para posteriormente con esa base construir todo el disco.

La temática del tema anteriormente comentado versa sobre las creencias en los estereotipos alrededor del heavy metal en general, además intenta reflejar su rechazo por el sistema político de Estados Unidos y el deseo ferviente de cambiarlo.

A destacar la leyenda que hay detrás del tema “The Conjuring, un corte que describe una especie de ritual de magia negra. En esa época Mustaine estuvo muy interesado por estos temas. Con el paso del tiempo esta canción se ha dejado de tocar en directo, por el cambio radical hacia el cristianismo, fe que le ayudó a superar sus drogadicciones, y que entiende Mustaine que es satánico y por tanto fuera de su órbita personal actual.

Interesante también la historia que rodea el tema “Devil’s Islands”, un corte que recoge los pensamientos de un prisionero que se encuentra encerrado en la Isla del Diablo, para punto de ser ejecutado. Esta isla es parte del departamento francés de la Guayana Francesa, y se hizo famosa por la brutalidad por la que se trataba a los prisioneros.

En lo musical es un disco en el que brilla como no podía ser de otra manera Mustaine, su destreza tanto como guitarra rítmica como solista es apabullante, y es por méritos propios de lo mejor del planeta en estas lides. No le va a la zaga el bajo de Dave Ellefson que como eterno escudero del pelirrojo crea un ritmo demoledor, sobresaliendo de manera británica en el tema “Peace Sells”, en donde el comienzo es del tema es de los más conocidos del universo metalero.
Si bien es cierto que la primera parte del disco es bastante superior a la segunda, todo en su conjunto conforman un álbum magistral, capital para el movimiento thrash mundial.

No quiero dejar este artículo sin comentar el cover que cierra el álbum, que a la postre sería la única canción no compuesta por Mustaine, me estoy refiriendo a “I Ain’t Supertitious” escrita por Willie Dixon y grabada originalmente por Howlin’ Wolf en 1961. Una elección extraña de Mustaine, pero ya sabemos como se las gasta el bueno de Dave.

Con este álbum comenzó la carrera de Megadeth par quitarle el trono del thrash metal mundial. Para regocijo de Mustaine lo conseguiría años más tarde pero eso es otra historia.

 

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