“Pyromania”, la joya de la corona de Def Leppard

Cuando se cumplen 38 años del lanzamiento de Pyromania(se publicó un 20 de enero de 1983), llega el momento de hacer una revisión del mismo. Pero… ¿Qué escribir de un disco del que ya se ha dicho todo, o casi todo? Intentaremos dar una vuelta de tuerca a la crítica tradicional y verlo desde otro punto de vista, y explicar algún detalle que tal vez se haya podido escapar a cualquier seguidor del disco que catapultó al estrellato al quinteto de Sheffield.

Sabemos que fue una grabación larga y complicada debido a las exigencias del productor, quien hizo repetir hasta la extenuación partes y partes de los temas, hasta encontrar la toma perfecta. Y,… vaya si lo consiguió.

Paremos un momento para hablar de Robert John “Mutt” Lange. Sin duda, uno de los productores con mejor reputación dentro del rock. Posee 4 grammys en sus estanterías, ha compuesto multitud de temas (hasta la banda sonora de “Los tres mosqueteros”) para artistas y grupos de todos los géneros, y, aparte de producir a DefLeppard, ha estado al mando de trabajos de AC/DC, TheCars, Bryan Adams, Romeo’s Daughter, Muse, Foreigner, Bryan Adams, Nickelback, y un largo etcétera.

De hecho, se le podría responsabilizar de la evolución en el sonido de Def Leppard (es patente dicho cambio entre “High and Dry” y “Pyromania”), ya que no sólo produjo dicho disco, sino que aparece como co-autor en todas las canciones. Y posteriormente ha sido el productor de varios discos más de los británicos. 

También sabemos que durante las sesiones de grabación, Pete Willis (guitarra que pasaba por problemas de alcohol) fue reemplazado inmediatamente por Phil Collen, quien hoy día sigue estando al frente de la banda.

En el caso de Willis, cabría comentar que fue uno de los miembros fundadores de Def Leppard en 1977 (cuando su nombre era Atomic Mass), y que incluso, fue el responsable del cambio de nombre. Después de Leppard, poco más hizo dentro del rock (un disco de 3 temas con la banda Gogmagog, y un disco con Roadhouse).

Sobre el disco, cabría destacar algunos detalles, como el sonido de la batería, que se “salía” de los estándares del hard rock. También el uso de teclados y samples en muchos temas, algo que tampoco era lo habitual en bandas de la llamada “Nueva ola del Heavy Metal Británico”. Siempre se ha señalado a Def Leppard como una banda a la que parecía que UK se le quedaba pequeña. Ese sonido, esa producción, parecía pensada para el mercado norteamericano.

Mientras en Europa sonaban (y triunfaban) Iron Maiden, Saxon, Scorpions, etc., los miembros de Def Leppardeligieron otro camino (tal vez más complicado) el cual, mirándolo con una perspectiva a largo plazo, les pondría en lo más alto. Apuntaron hacia los USA, donde empezaba a despuntar la MTV, y el AOR hacía furor en la radio.

Cabe destacar que, en aquel momento, aunque en Europa las ventas del Pyromania no fueron mal, llegaron a vender 6 millones de copias en Estados Unidos en muy poco tiempo. Esa mezcla entre AC/DC y Foreigner que tienen los temas funcionó a la perfección al otro lado del atlántico. Lo de España era caso de análisis: 600 copias. No comments.

Pasemos al tema musical. Ningún tema tiene desperdicio. No hay ni una sola canción de relleno. Como ya se han hecho multitud de reseñas, optemos por hacer un breve resumen:

Empezamos con “Rock Rock (Till you drop)”, todo un temazo para empezar desde lo más alto. A continuación suena uno de los mejores temas del disco: “Photograph”. Tras el bullicio de una masa enfervorecida, arranca “Stagefright”, con uno de los riffs más cañeros, pero que (al igual que muchos otros temas), al llegar al estribillo se convierte en algo más “popero”, pero sin perder la esencia del tema. Llega uno de los “medios tiempos” del disco con “Too late for love”. ¿Quién no ha coreado ese “too late…” alguna vez? Los sonidos de helicópteros, metralletas, sirenas, y el arpegio posterior dan paso a “Die hard thehunter”. Otro temazo para enmarcar, con un gran solo y unas melodías impecables. Ahora le damos la vuelta al vinilo.

En la cara B, siguen (aún hoy día) sorprendiendo los temas: “Foolin”, tal vez el tema más “americanizado” del disco. Como en tantos otros, arranca como si fuera una balada, para convertirse en un torbellino poco después. Y llega otro de los platos fuertes del disco: “Rock of ages”, título que incluso sirvió como excusa para hacer una película (muy olvidable) en 2012, protagonizada por un “melenudo” Tom Cruise. Como anécdota, comentar que el tema comienza con un extraño “Gunter gleiben glauchengloben”. Pues bien, realmente no significaba nada. A propuesta de Mutt Lange, era una manera diferente de empezar un tema evitando el típico “uno, dos, tres, cuatro…“. Y a continuación tres temas rockeros a tope:“Comin’ under fire”, seguido de “Action! Not words” con un riff muy ZZtop, y… para finalizar, “Billy’s got a gun”, sin duda, otro de los mejores temas de este fantástico “Pyromania”.

Como resumen, en todos los temas se combinan (de manera brillante y original) arpegios de guitarra, riffs demoledores, solos (sin ser virtuosos, pero muy) efectivos, una voz de Joe Elliot en su mejor momento, y una base rítmica brutal. Con este disco, consiguieron el equilibrio perfecto entre dureza, estribillos coreables y sonido americano, que hacen que “Pyromania” funcione a la perfección. Y aunque hay multitud de efectos y sintetizadores (nada de hammond ni sonidos clásicos), en ningún momento llegan a molestar.

Si aún no lo has descubierto, te invito a saborearlo. Tiene tantos detalles, que bien merece unas cuantas escuchas para sacarle el máximo partido. Y si ya lo conocías, hazme caso, ponlo de nuevo, a un volumen como dios manda, y déjate llevar.

BANG! BANG!

Sello: Vértigo

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