“The Enemy: Reality” (Wolfbrigade), cuando el lobo es el bueno y el enemigo la cruda realidad

Corren tiempos difíciles en la vieja Europa, el populismo acecha a los diferentes colectivos y clases desde varios frentes provocando la floración del instinto innato de libertad entre los lobos más incomprendidos. Unos lobos que no dudarán ni un segundo en emplear sus colmillos en defensa de la supervivencia y la coexistencia en un mundo controlado por personajes venidos a caballo, a lomos de un oso o en el Air Force One, con nauseabundo tufo a oscuro pasado.

 Es el momento perfecto para el Lycanthro punk.
Los suecos Wolfbrigade publican su décimo álbum de estudio en el que ponen distancia al sonido sucio y directo del crust punk y d-beat del que fueron pioneros en Europa. La legendaria formación explora en profundidad territorios cercanos al death y el metal con los que ya habían coqueteado en el pasado, dejando los años como Wolfpack para el recuerdo, pero manteniendo el lenguaje metafórico en su mensaje crítico hacia la política y sociedad actual.”The Enemy:Reality” es un discazo inclasificable pero muy sueco, ya sea en clave hardcore punk o death’n’roll en temas como “Fire Untamed”, “Doomsday Dominion” o el temazo “Human Beast”, con arpegio inicial Slayer que recuerda al inicio de “Feral Blood” y ese delay en la voz granulada made in Entombed.

Este temarraco nos deja algunos riffs y punteos ochenteros que desarrollan sin complejos en “Hammer to the Skull”, donde Judas y Motörhead mantienen un affair escandinavo. Sonido sucio a lo Motörhead también en la pesada “Nightmare of Wolves” donde los timbales de Dadde y las afiladas guitarras de Jocke y Erik van desangrando la profunda herida de la mordida del lobo.

Aunque para Motörizado, el single “The Wolfman” se lleva la palma.”The Enemy:Reality” no es un giro radical al sonido Wolfbrigade, es un caballo de Troya que ataca con trallazos hardcore punk cercanos al crust como la rabiosa “Narcissistic Breed”, la vertiginosa d-beater “Wells of Despair” o el cierre incontrolable de la feroz “Hunt the Hunter”.

Como nexo a estas dos tendencias surge la perla “Sum of All Vices” , donde el desgañitado Micke es arropado por la brigada fusionando la furia del hardcore sueco con el death’n’roll más machacón en un solo breakdown.


Discazo al canto, antídoto en 10 dosis con efecto de 30 minutos para evadirse de la profunda frustración generada por la mierda de mundo en el cual vivimos.


Sello: Southern Lord Recordings Inc.

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