Satélites Musicales: Entrevistamos a Sergio Picón (Aloud Music – AMFest)


En nuestra sección Satélites Musicales, le toca el turno a Sergio Picón, responsable de Aloud Music y del festival AMFest.

Ya llevas unas cuantas ediciones realizando el festival AMFEST, echas la vista atrás y ¿qué ves?
Veo conciertos históricos, veo un público feliz y veo un equipo unido y trabajando desde la ilusión y la profesionalidad. Más a nivel personal, veo a mi padre en un lateral de la sala Apolo haciendo fotos emocionado.
¿Cual es el espíritu que has querido crear en este festival?
El festival comenzó como el 10º aniversario de Aloud Music y en ese momento, creí conveniente desligarlo del sello y convertir el proyecto en un proyecto de amigas y amigos. El sello, imagino que por sus formas y características particulares, ha tenido siempre alrededor a gente con un sentimiento y una energía parecida a mí (un panolis intensito que pierde dinero, vamos… 🙂 y me pareció divertido juntarnos todas y todos para llevar adelante del festival. Creo que nuestras formas de hacer son diferentes a cualquier otro festival, pues ni hemos querido convertirnos en un festival de nicho ni queremos convertirnos en un festival grande ni con mucho público. En cierta manera, lo veo paralelo a la actitud ante la vida de Aloud Music, el sello. Hacemos las cosas a nuestra manera, somos 12 personalidades diferentes pero unidas en los 3 valores que me gusta destacar siempre del festival: pasión, riesgo y humildad.
¿Podemos definirlo con un festival ecléctico en toda regla?
Ecléctico es una palabra que me da algo de miedo. Somos un festival mayoritariamente instrumental y de rock pero con las costuras rajadas y rotas de por vida. Es decir, sabemos de dónde venimos pero no a dónde vamos. Respetamos nuestros orígenes pero estamos en la búsqueda de sonidos nuevos y que sigan alimentando nuestra pasión. Si me dices en 2013 que traeríamos a Eevee, a Lisa Morgenstern, a Linalab o a Ralp, te diría que estabas loco … Este año damos pistas de hacia dónde queremos enfocar el AMFest. Y eso que por el camino, se nos han quedado 2-3 propuestas que hubieran acabado de redondear nuestra apuesta estilística al 100%, la más trabajada y la más redonda a mi modo de ver las cosas de todas las ediciones que hemos hecho.
¿Qué es lo que buscas en las bandas que llevas al festival?
Buscamos que el público del festival disfrute de su directo, se sorprendan si no conocen la propuesta y acaben el concierto comprando su disco. En los cabezas de cartel, evidentemente, buscamos llegar al público mayoritario que escucha la música afin al festival, y en la zona media y baja del cartel es dónde le dotamos de la personalidad que tiene. La gran mayoría de propuesta del festival han pasado ya por delante de nuestros ojos, tenemos la suerte de movernos durante el año lo suficiente para cruzarnos con bandas y artistas y poco a poco vamos seleccionando lo que más nos llama la atención para proponerlo para el festival.
Hablando de esta edición, ¿qué novedad primordial podrías destacarnos?
El cambio de recinto lo veo un paso importantísimo para el festival. Nos vamos a la Fabra i Coats, una antigua fábrica textil y en un espacio diáfano (con columnas), montamos 3 escenarios con sus correspondientes 3 equipos de sonido y 3 pantallas. Cualquier gasto se multiplica por 3 🙂 Además, a nivel de programación el cambio es evidente, la entrada de bandas como The Notwist, Amenra, Emma Ruth Rundle o Caligula’s Horse parecía impensable hace años, más toda la programación experimental / modular que hemos copiado salvajemente de un festival llamado Modular Day, que montan los amigos de Befaco, … El concepto del festival también cambia, los horarios son mucho más europeos y amplios (de 15h a 01am), y tenemos un domingo con programación de tarde que nos apasiona. La barra será nuestra por lo que los precios pasarán a ser más accesibles que en una sala, tendremos foodtrucks con opciones veganas, vegetarianas y para todos los públicos, y el equipo está más ilusionado que nunca con tantísimo trabajo que esperamos desemboque en algo grande.
Este año hay un gran cartel, ¿ha sido difícil crearlo, o el festival ya tiene fama de seriedad y las bandas acceden con facilidad?
El cartel se lleva trabajando mucho tiempo, y aunque el festival tiene bastante prestigio a nivel europeo, lo que determina o no que las bandas accedan a tocar es si pagas su caché. No es fácil cerrar un cabeza de cartel, nosotros este año consideramos que tenemos 5 bandas que, potencialmente, son cabezas de cartel, por lo que realmente debo decir que ha sido muy difícil cerrar el cartel. Al mismo tiempo, y a pesar de lo que se sufre para crearlo, creo que hemos disfrutado mucho de su elaboración tanto como ahora estamos disfrutando de la producción logística, técnica, etc… Estamos dónde queríamos estar y lo vamos a disfrutar.
¿Es rentable este festival?
Si me hablas en términos económicos, te tendré que responder después del festival. El AMFest no tiene ni patrocinadores fuertes (las aportaciones nunca superan el 5% del presupuesto) ni subvenciones, así que se basa única y exclusivamente en las entradas vendidas, y este año en la barra. Yo tengo una enfermedad genética, que es que no miro las cuentas cuando diseño o pienso en un cartel o festival. Internamente me mueve otra cosa. Sé que suena a cuento, pero antes de mirar números, teníamos diseñados los horarios y los grupos que tocaban en cada slot, y el equipo de sonido que queríamos, la cerveza que estaría en el festival y los precios de la barra. Es la forma en la que sabemos hacer las cosas, primero el corazón y luego la cabeza. La primera vez que hicimos números por encima y vimos la gente que necesitábamos meter sólo para cubrir gastos, nos miramos y dijimos: se nos ha ido la olla por completo. Aun así tiramos adelante y me alegro de que haya sido así.
¿Qué crees que hay que hacer para que un festival sea rentable?
No lo sé. Tú tienes que hacer el festival que llevas dentro. Si la pasta es muy importante para ti, pues tendrás que traer a grupos que te molen menos pero que lleven a gente. Ganarás dinero, pero tu festival será simplemente uno más. Si traes sólo a lo que te gusta, no vendrá tanto público pero ese público valorará lo que haces y quizá pierdas dinero un año, dos, pero al tercero el público habrá crecido y tendrás una personalidad que otros no tienen.
Imagino que los expertos te hablarán de patrocinadores, subvenciones y todas esas formas de conseguir dinero que me parecen excelentes. Yo quiero que las entradas y la barra paguen el festival, me parece un objetivo muy interesante como programador y una apuesta que poca gente se atreve a hacer. Si ganamos la apuesta, por supuesto estaremos encantados de tener ayuda externa para crecer o simplemente para mantenernos. Un festival con 1000/1500 personas al día de un perfil tan particular y segmentado es, seguro, un caramelo para marcas. Pero creo que es mucho más importante nuestra valentía a la hora de hacer un proyecto de tantísimo riesgo sin red, porque es lo que muestra lo que somos.
¿Hay una burbuja de festivales?
Pues eso parece desde hace una década, ¿no? A mí me gusta que haya festivales, pequeños, medianos y grandes, y gente detrás moviendo la música que le gusta. Los grandes festivales me producen algo de pereza como público pero despiertan mi admiración como promotor y persona que trabaja en la música desde hace casi 20 años. El Primavera, el Sónar, el FIB o el Madcool este año, festivales a los que voy por trabajo con las bandas con las que curro, me parecen gigantes a nivel de producción y sus programadores son gente a la que admiro. Me preocupa que el público piense que la única forma de consumir música en directo es en los festivales. Soy un claro defensor de las salas, trabajo en la Sala Vol de Barcelona, y allí es dónde mi sentido de descubrir bandas y escenas ha vuelto a despertar tras años dormido. Hacen falta más salas, más personas programando (no alquilando un espacio) y estoy seguro que eso puede convivir sin problemas con los festivales que hay o que tengan que venir.
¿Qué es lo peor y lo mejor de ser promotor?
Lo mejor es conocer a la gente de las bandas y que el público quede contento con algo que montas. Es una sensación bastante única. Supongo que lo peor en mi caso han sigo las grandes palmadas, noches de grandes conciertos con 15-20 personas de público, y esa amarga sensación de no saber porqué algo no ha funcionado. Ser promotor encierra un misterio que nadie puede desvelar, nadie sabe porqué unos días va tan bien y otros tan mal, y eso en parte es su gracia.
Dime una banda que te gustaría traer al AMFEST y se te resiste…
Un deseo…
Que te vengas al AMFest y pases unos días llenos de buena música y amigos.
Dedicas estas últimas palabras de la entrevista a…
A mis compañeras y compañeros del AMFest por el brutal curro que estamos haciendo juntos este año.

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