“Smell Like Teen Spirit” (Nirvana), el himno de una generación
Parece que fue ayer cuando el mundo quedó paralizado por tres chicos de Seattle. Un 10 de septiembre de 1991, Nirvana lanzaba el tema “Smell Like Teen Spirit” cambiando la historia del rock para siempre.
Nadie podía pensar que unos chavales desaliñados, con una guitarra, un bajo y una batería, pudieran desbancar del número uno de las listas de éxito al mismísimo Michael Jackson. Una bomba termonuclear estallaba en Seattle, el grunge nacía; la última gran revolución del rock.
Tema bandera del que sería a su vez uno de los álbumes más importantes de la historia del rock: “Nevermind”. Desde su icónica portada, a los temas que lo componían, todo se convirtió de la noche a la mañana en la llamada a toda una generación, en este caso la X, a no conformarse con lo que le daban sin más.
El hair metal, glam etc… tan poderoso en los años 80 quedaba herido de muerte. El rock lo podía ya hacer cualquiera, sólo necesitabas un par de instrumentos y la gente podía escucharte; ese es uno de los mensajes primordiales de lo que significó Nirvana.
Nirvana no podía imaginar que de la noche a la mañana se iban a convertir en un grupo mainstream, ellos no estaban en la música para eso, fue la música y el star system los que se encargaron de meterlos en una jaula de oro.
El rock alternativo se erige como principal motor de la industria del rock a nivel mundial, durante unos años, y todo por esta canción.
Con respecto al tema en sí, Kurt Cobain hablaba de ello para la revista Rolling Stone:
“Estaba tratando de escribir la mejor canción de pop. Estuve básicamente intentando imitar a los Pixies. Tengo que admitirlo. Cuando escuché a Pixies por primera vez, me conecté tanto con esa banda que hasta pensé que debía estar en ella – o al menos en una banda de versiones de Pixies. Nosotros usamos su sentido de la dinámica, siendo primero suaves y silenciosos, y luego fuertes y pesados”.
La base del tema era sencilla. Un riff de inicio pegadizo, una batería potente, y la voz de Cobain que iba in crescendo en dureza, para terminar en una orgía de distorsión sin freno.
Con respecto a la letra, los críticos se afanaron en inventarse el origen de la misma. Desde rupturas emocionales, depresión etc… Cobain odiaba dar un único sentido a la lírica de las canciones, no soportaba encorsetar la música. También odiaba las candilejas, el mainstream. Por ahí van los tiros de la temática de la letra. La referencia a “Teen Spirit”, marca de desodorante para adolescentes, es un punto claro hacia el desprecio a lo comercial, y a llamar a la juventud a rebelarse ante ello. Aunque todo esto son especulaciones, Cobain no sabía que existía esta marca, y parece que se refería a cómo olía Kurt en una ocasión. La novia de Dave Grohl por aquel entonces, Kathleen Hanna, cantante de la formación punk, Bikini Hill, escribió en una pared “Kurt Smell Like Teen Spirit”, y Cobain al verlo lo tomo como frase de lucha para su música.
Si famoso fue el tema, el espaldarazo definitivo lo recibió al lanzarse el vídeo que sirvió de promoción al mismo. La filmación dirigida por Samuel Bayer en el gimnasio de una escuela, rodeado de chavales que terminan por destrozarlo absolutamente todo, pasará a la historia de la música sin duda alguna.
En el apartado de premios el vídeo fue ganador en 1992 en los MTV Video Music Awards de los premios a «Mejor artista nuevo» y «Mejor artista alternativo», además de ser nombrado por el Libro Guinness de los Récords en el año 2000 como el vídeo más puesto por MTV Europa.
Lo que vino después ya es historia del rock, y de la música contemporánea. El grunge reinó por unos años, bandas como Soundgarden, Alice In Chains, Mudhoney (que fueron precursores), Sreamin Trees etc… inundaron las listas de éxitos. La moda de ir con camisas de cuadros y tejanos rotos invadió a la juventud de manera repentina. Todo este éxito no fue fácil de digerir para Nirvana, y en concreto para su líder Kurt Cobain, pero ya es otra historia.