“Cowboys From Hell”, el nuevo rumbo de Pantera que cambió la historia del metal

A comienzos de los 90 el metal estaba herido de muerte. La irrupción del movimiento grunge, hizo tambalear los cimientos del heavy metal en todo el mundo. Ir con cuero, tachuelas y demás, estaba desfasado, no era cool. Ante este panorama el 24 de julio de 1990, Pantera se erigió en uno de los salvadores del género.

En la fecha antes comentada, lanzaban “Cowboys From Hell”, quinto álbum oficial de su discografía, una obra muy especial.

Especial primero para ellos, Pantera era una banda que en sus primeros 4 álbumes se dedicaba a ir con el pelo cardado y tocar temas glam. Llega el momento de dar un giro en sus carreras, y deciden tirar por la calle del medio, creando un monstruo metálico, influenciado por el thrash metal, el punk y el Hardcore, para crear la base de lo que sería el metal a partir de ahí.

Con un guitarrista tan espectacular y genial como Dimebag Darrell todo era posible. Su música al principio no fue del agrado de muchos sellos, que se negaron sistemáticamente a publicar su álbum. Por fin el sello ATCO sería el encargado tener altura de miras y lanzarse al vacío con ellos.

Al escuchar los primeros acordes de “Cowboy From Hell”, todo te indicaba que una nueva era nacía, con todos ustedes: el groove metal. Un tema perfecto, que abarcaba sonidos antes no ejecutados en el metal, y que de repente abría puertas que parecían estar selladas para siempre.

No solo Dimebag fue el culpable del sonido Pantera, escuchar temas como “Primal Concrete Sledge”, “Psycho Holiday”, “Heresy” o “Domination” con una sección rítmica como la de Vinnie Paul a la batería y Rex Brown al bajo era sinceramente entrar en otra dimensión.

El cuarto jinete en aportar su granito de arena a tal orgía sónica fue sin duda alguna, Phil Anselmo. Anselmo fue uno de los causantes del giro hacia el metal más devastador de la banda. Su voz se erigió en el guía perfecto para surcar los intrincados riffs y solos que iba marcando Dimebag. No solo cantaba como si se le fuera la vida en cortes como “Shattered”, “Medicine Man” o “The Sleep”, si no que era versátil en sus cuerdas vocales como lo demostraba él la parte inicial de la majestuosa “Cemetery Gates”.

Este álbum solo fue él comienzo de lo que estaba por llegar. Pantera protagonizarían una de las historias más apasionantes de la historia del metal, tanto a nivel musical como personal. Su discografía a partir de ahí se convertiría en la Biblia de cualquier metalero que se precie, y se convirtieron en unas leyendas vivientes que influenciaron a generaciones posteriores de una manera capital.

Se nos hace difícil pensar en que los hermanos Abbott ya no están entre nosotros. Su música está aquí para simepre, eterna y preparada para recodarte que el metal es uno de los géneros más increíbles que la música nos ha podido dar.

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