Crítica: “Anatomie des Scheiterns” (Hyems)


Hyems me tiene en el bote desde que me ganaron con su espectacular EP “1997”(2018), remember imperdible que contenía como bonus el himno  “Nazi Black Metal Fuck Off”. Defendían su ideología además de demostrar que en el black metal no hace falta pasar por los Unisound como hicieron con “Devianz” (2015).

 Hyems transitan la corteza del riquísimo black underground alemán, donde admiro sobremanera lo más profundo del mismo y su crudeza extrema, no existiendo en mi catálogo muchas bandas que simplemente lo bordean como ellos. Celebran su vigésimo aniversario con este “Anatomie des Scheiterns”, repitiendo el sonido noventero de ese black melódico que a muchos nos introdujo en el género y que contiene los dos pilares fundamentales para mi de este estilo, pesimismo doloroso e incurable (“Von Bankrott einer Seele”) e ira gélida incontrolable (“Triumph des Scheiterns”).

Un disco que gira en torno a la ruptura con la sociedad, tal y como indica el título, el triunfo de los fracasados, un disco que para algunos supone un choque de contrastes pero que a otros nos demuestra que la violencia se puede volver solemne dependiendo de donde te ubiques como individuo, donde posicionarte como Anti-* te hace ganar valor.

 El disco no es una obra maestra, ni mucho menos, pero es un gran disco con el que enderezan el torcido rumbo que estaban tomando y pone freno a la tendencia predicadora y excesivamente coreable de “Devianz”. Por supuesto que hay coros (“Morgendämmerung”) y también discurso (“In diesen Graben”) pero perfectamente limitados, usando ese discurso oscuro y pesimista como un elemento más del torrente sónico que pasa por fases de old school increibles, con una batería poderosisima, un shriek que empodera el álbum todavía más y una lluvia de arpegios y trémolos claustrofóbicos. En “Siechtum-Briefe von Ende”, completa y dinámica, dejan que las guitarras cuenten todo, en “Zerwürfnis im Tal Josapath”, densa y de una sola marcha, es la melodía perfecta para transitar el valle bendito que te conduce al juicio final, y que decir del cierre perfecto de “In Ketten”, larga, profunda, hipnótica, muy alemana.


En resumen, un disco que cumple con creces y que confirma un buen año para el black melódico. Un disco que agradezco no haya llamado mucho la atención y así engrandecerlo tras cada escucha. Porque como he dicho otras veces, cada uno interpreta el black a su manera, un género donde no se interpreta solo lo que suena y en el que casi siempre el triunfo es del fracasado. 


Sello: Black Sunset

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