Juan Carlos Monedero: “A la cultura hay que liberarla de las persecuciones políticas y del clientelismo”
Hacemos nuestro cuestionario cultural al politólogo, escritor y profesor Juan Carlos Monedero:
En estos días tan difíciles de la pandemia, ¿qué disco no para de sonar en tu casa, y por qué?
¡Un disco solo es como comer todos los días paella! Y mira que casi lo haría. Tres andan rondando: “McGuire’s Motel“, de Bob Mervak, “Quixote” de Renat Braz y una suerte de disco inventado con “The grat gig in the sky” de Pink Floyd, “Harlem River Dub”, de Kevin Morby, el “ Hallelujah”de Rufus Wainwright en Choir! y tomas raras de los Beatles de la Anthology 2. Con algún latigazo de El bicho (Letras, Tambalea), “La casa cuartel” de Kiko Veneno y la pieza que me dicta cómo me gustaría a mí hacer política: el “You Never Can Tell” que improvisa Springsteen y su banda en Leizpig en 2013. ¡Una fiesta!
¿Qué es para ti la música?
Una medicina que equilibra el cuerpo y la cabeza y una droga que también los desequilibra.
¿Cuál es tu primer recuerdo asociado a la música?
Mi madre cantando mientras tendía la ropa en el patio desde la ventana.
¿Qué género musical te gusta más y por qué?
Cada día tiene su afán. Hay atracones de música clásica, la salsa me llena de optimismo, Supertramp –siempre en estudio, nunca en directo- o Pink Floyd están ahí. He crecido con cantautores. El flamenco, con el vaporcito de Morente o las nanas de la cebolla de Genera no faltan. Pero escojo el rock&roll. Por que es como la risa, irreverente, no cree en jerarquías y te lleva con su ritmo al puro presente.
¿Cuál fue el concierto del que guardas un recuerdo imborrable?
El primer concierto en Madrid de los Rolling en 1982, uno de El bicho en el Rastro de Madrid y uno de Sabina en Libertad 8 después de que se fueron todos los clientes.
¿Por qué crees que la música de los cantautores está tan asociada a la izquierda?
Supongo que la culpa la tiene Bob Dylan que decidió cuidar las letras y contaminó a la gente que se hacía preguntas. A finales del franquismo y durante la Transición hacía falta explicar muchas cosas. Y no lo vas a hacer con una pachanga porque la pachanga es diversión, no reflexión. La música de la derecha es militar –no tiene letra-, es religiosa –solo habla de Dios- o busca entretener –con lo que no hace falta romperse la cabeza-. Cuando alguien tiene inquietudes y no solo intereses llega al teatro, a la literatura y a la música de la izquierda.
¿Crees que la música es un vehículo adecuado para reivindicar derechos sociales?
Claro. El Grandola vila morena arrancó la revolución de los claveles, no hay identidad catalana sin “L’Estaca”, Verdi unió a los italianos, Labordeta a los aragoneses, Qulapayún a los rojos y ahora con el “Bella Ciao” sabemos que estamos convocando a una misma familia política
¿Cómo crees que tendría que enseñarse la música en las escuelas de nuestro país?
Desde los instrumentos. Primero hay que amar los instrumentos y luego las partituras. Mi madre me llevó dos años al conservatorio y era un infierno.
Pasemos al cine, ¿qué película tienes grabada a fuego en tu mente y por qué?
El gran dictador, de Chaplin y Los santos inocentes, porque me dijeron dónde estaba el lado correcto de la historia. En busca del fuego, de Jean Jacques Annaud. Porque vi la fragilidad humana, lo pequeños que somos y me enseñó a ser compasivo. Y El Joven Sherlock Holmes, de Buster Keaton, porque es de 1924 y resulta que estaba ahí todo el cine que había visto.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes asociado al cine?
Unos Reyes nos trajeron el Cinexin. Nos vimos cientos de veces fragmentos de películas del Oeste, de Charlot, del gordo y el flaco. Y sesiones continuas maravillosas de dos películas con mis padres y hermanos, donde te atrevesabas en el intermedio unos bocadillos de chorizo o de chocolate con mantequilla que no los recuerdo más ricos.
¿Qué género dentro del cine te gusta más?
Cada día tiene su afán. Disfruto mucho el cine político (y ahí está El padrino y el Ala Oeste de la Casa Blanca). Pero como el cine es también entretenimiento, me quedo con el de acción. He visto mil veces La jungla de cristal, Spy Game, Body of Lies, Leon El profesional, todas las de Bourne, Taken.
Un film sin el que no podrías vivir…
Casablanca, El club de los poetas muertos, Novecento y el Che de Soderbergh
¿Cuáles son los actores/actrices que admiras más?
Aquellos que hacen suyo aquello de la Schneider de que podría hacer el papel de una fascista en una película antifascista, pero nunca haría el papel de una antifascista en una película fascista. María Hervás, Pedro Casablanc, De Niro, Russel Crowe, Kirk Douglas, Depardieu, Susan Sarandon, Spencer Tracy, Miche Pfeiffer…
La cultura en general está muy inquieta por su futuro tras esta crisis, ¿qué crees que hay que hacer para ayudarla?
Liberarla de sospechas (como le ha pasado a la SGAE), liberarla de las persecuciones políticas y del clientelismo (como han hecho el PSOE, el PP, CiU), darle recursos pero exigirle resultados.
¿Qué película le dedicarías a tu peor enemigo?
No tengo un peor enemigo. Pero a alguien que me quiera mal le dedicaría Senderos de gloria. Porque ganan los buenos incluso cuando pierden.
¿Qué película crees que le vendría como anillo al dedo a esta crisis que vivimos?
El planeta de los simios.
¿Cómo se llamaría un film protagonizado por el trifachito?
Sería una trilogía: La cena de los idiotas, Los lunes, los martes, los miércoles, jueves y viernes al sol y La lista de Fernández, que sería un remake cutre de La lista de Schindler.
Un deseo…
Libertad, igualdad y mucha fraternidad para que sean posibles la libertad y la igualdad.
¿Recomendarás Mautorland a tus amistades?
No sé cómo podrían vivir sin esa tierra prometida.
Lo de este tipo ya es la coña. Como la música de Mozart no es música de fiesta, asumo que es música de izquierdas, ¿no? Lo de que el Psdeino es una película política también tiene su miga. Igual se le ocurrió aquel día que fue a la sanidad privada.
Me sacó una sonrisa la canción, es alegre. Va bien para estos días… Pues sí que esta persona hace política diferente… Nos hace pensar y reir a la vez, siempre citando algo de nuestra historia humana y culturar mundana… siempre ilustrando sus enseñanzas con datos científicos o alguna leyenda centenaria… A la gente que insulta y rebaja a esta persona, ya le gustaría tener el uno por ciento de su cerebro, lo que pasa es que, para estas gentes, es más fácil agredir que querer. Se harían un favor si intentaran ver más allá. Aprenderían mucho. Un abrazo y que vaya bien el confinamiento.